Medidas específicas para alumnos con dislexia
Ofrecer retroalimentación individualizada y positiva fomenta la confianza. Practicar la lectura repetida de frases y párrafos cortos para mejorar la fluidez. Ofrecer apoyo individualizado y personalizado según las necesidades del alumno.
Dividir las tareas complejas en pasos más pequeños reduce la frustración. Implementar programas de intervención temprana para identificar y abordar las dificultades. Enseñar estrategias de organización y planificación para las tareas. Ofrecer la posibilidad de realizar las evaluaciones de forma oral.
Jugar juegos de palabras y rompecabezas para desarrollar las habilidades lingüísticas. Crear un espacio de lectura cómodo y relajante en el aula. Enseñar estrategias de decodificación fonológica paso a paso es crucial. Modificar las evaluaciones para que se ajusten a las necesidades del alumno.
Celebrar los logros del alumno en la lectura y la escritura. Proporcionar tiempo adicional en las evaluaciones es fundamental para la comprensión. Evaluar el progreso individualizado, teniendo en cuenta las fortalezas del alumno. Permitir la presentación del trabajo en diferentes formatos, como oral o visual.
Utilizar tarjetas de memoria con imágenes y palabras para reforzar el vocabulario. Ofrecer instrucciones claras y concisas, tanto verbales como escritas. Permitir el uso de correctores ortográficos y gramaticales como apoyo. Permitir al alumno tomar descansos frecuentes durante las tareas largas.
Permitir al alumno elegir los libros que quiere leer para aumentar su motivación.
Practicar la segmentación y combinación de sonidos ayuda a mejorar la lectura.